¡Happy
Birthday Usagi-chan!
Hoy es 14 de Octubre. Es un día tranquilo, el cielo
está despejado y el sol brilla como nunca. Yo, Sawada Tsunayoshi
estoy.... celebrando mi cumpleaños.
No sería raro si yo no estuviera en el parque de
atracciones, sin mis guardianes o Reborn cerca y junto a
Hibari-sempai. Bueno, lo raro no es que esté con Hibari-sempai,
puesto que hace un tiempo que comenzamos a salir. No, lo raro, es que
estemos en un parque de diversiones puesto que todo el mundo sabe que
a él no le gustan las multitudes y mucho menos las conglomeraciones
que se forman en este tipo de sitios.
Bueno el cómo llegamos a esto... es algo un poco largo
de explicar.
*
FlashBack *
Hace como una semana atrás me encontraba en el salón
del comité disciplinario a la hora del almuerzo como siempre desde
que comenzamos a salir.
Ahí fue cuando Hibari-sempai dijo algo que yo jamás
habría pensado oírle decir.
-Salgamos en una cita.-soltó de repente el moreno.
A mí se me cayeron todos los papeles que llevaba en la
mano mientras le miraba con los ojos realmente abiertos.
-¿Qué hay con esa reacción?- me preguntó mientras me
miraba.
-¿Di-dijiste...un-una cita?-preguntó atónito.-
¿Co-conmigo? Juntos con Hibari-sempai...-seguía preguntando
confundido.
-Así es.-respondió con simpleza.
-¿Ehh~? ¿Po- por qué?-pregunté sin salir de mi
aturdimiento inicial.
-Si recuerdo bien, es por que estamos
saliendo...-comentó el como si fuese lo más obvio del mundo.
-Pe-pero... el que Hibari-sempai me pida una cita....
Eso no va para nada con su carácter....-respondí yo bastante
cohibido.
-Hmp. Si no quieres está bien.-dijo algo enfurruñado
mientras miraba hacia un lado.
-¡¡No es que no quiera!!-dije casi gritando.
-Pero.... ¿porqué tan de repente?-pregunté curioso.
-Eso es...-comenzó mientras le miraba.- El próximo
domingo es tu cumpleaños.-soltó sin más.
-¡Ah!-dije completamente sorprendido.- Me olvidé por
completo.- dije algo avergonzado.
-Ya me lo imaginaba.-dijo él para luego mirarme
fijamente.-Es por que eres así que pensé que simplemente iría y lo
celebraría en tu nombre, ya sabes.-volvió a hablar sin dejar de
observarme.
“¿Celebrar?”me pregunté a mí mismo.
-¿Hay algún lugar al que quieras ir?-llamó mi
atención al preguntarme eso.
-¿Uh?-murmuré para mirarle.- Um... esto... pues la
verdad.... es que no lo sé.-respondí algo cohibido.
-¿De verdad? Dime si hay algo que quieras, lo que
sea.-dijo él mientras apoyaba la barbilla en sus manos entrelazadas.
Yo le miré sorprendido hasta que él volvió a hablar.
-Puesto que es tu cumpleaños, te daré cualquier cosa
que quieras mientras sea factible.-comentó el mayor.
-Bi-bien entonces...-comencé yo mientras juntaba las
manos y le miraba con ilusión.- ¡Me gustaría ir a algún lugar en
algo que no sea nuestro uniforme escolar!-dije emocionado.
*Fin FlashBack *
Vale, reconozco que tampoco ha sido muy larga pero, eso
no importa. Bueno y de esta forma es cómo llegamos aquí. Cerré los
ojos al recordar aquello.
Yo llevo una camiseta negra junto con una chaqueta
amarilla verdosa. De pantalones llevo unos tejanos hasta por debajo
de las rodillas junto con un cinturón rojo apagado. En la cabeza
llevo un gorrito con orejas que Hibari-sempai me compró y, aunque
siento un poco de vergüenza lo llevo por que fue un regalo suyo.
Hibari-sempai por otra parte llevaba un jersey de manga
larga junto con una camisa de un color marrón casi crema. Encima
llevaba una chaqueta algo fina de color verde y unos pantalones
tejanos largos y de un color negro azulado.
“Una cita en un parque de diversiones el día de mi
cumpleaños... um... ¿El que le sugirió esto a Hibari-sempai fue
Dino-san, Reborn o incluso Kusakabe-san? No parece como si
Hibari-sempai perdiera el tiempo en este tipo de cosas.... aunque...
es gracias a eso que... he sido capaz de verle con ropa casual por
primera vez. Esto se siente diferente de lo usual, así que estoy
algo aturdido. Nunca pensé que solo por llevar ropa diferente el
cambio fuese a sentirse tan grande.” pensé mientras le
observaba de reojo.
Al mirar al frente me di cuenta de que muchas chicas nos
estaban viendo y me sentí algo incómodo por ello.
“¿Todas las chicas se están girando hacia aquí?”
me pregunté a mi mismo. “No entiendo porqué
será...”volví a pensar para
mí, hasta que caí en cuenta de la persona que estaba sentada a mi
lado en aquel momento. “¡Ya veo! Es cierto.... ¡NO!¡NO!
¡Él es siempre tan cool! No me había dado cuenta de ello por que
todas las chicas de la escuela están siempre asustadas de
Hibari-sempai.” pensé
aturdido al darme cuenta del echo de que mi pareja era realmente
popular. Ante ese descubrimiento agarré los bordes del gorrito y
tiré de ellos hacia abajo bastante nervioso.
-De todos modos... ¿de dónde salen todos estos
herbívoros?-oí la voz fastidiada del moreno a mi lado.- Realmente
se están amontonando en este lugar.-volvió a hablar.
Yo le miré y una duda se instaló en mi mente, duda que
no estaba dispuesto a dejar sin respuesta.
-Hibari-san...-dije para llamar su atención lo cual,
funcionó puesto que volteó a verme.- Em... puesto que no te gustan
mucho las multitudes.... ¿Cómo es que vinimos a un parque de
diversiones hoy?-pregunté intentando esconder la gran curiosidad que
siento.
-..............-él se quedó en silencio unos segundos
para luego responder.-¿Te gustaría ir algún otro sitio diferente a
este?-me preguntó tranquilamente.
-¡N-no! No es eso lo que quise decir.-respondí
nervioso.
-Mmm.... el bebé dijo... que para ir a una cita en un
cumpleaños... deberíamos de venir al parque de atracciones como
cualquier otro estudiante de secundaria.-dijo recostándose levemente
sobre el respaldo del banco en el que nos encontrábamos sentados.
“¡Así que esto fue cosa tuya, Reborn!”
no pude evitar pensar al escuchar lo que me había dicho el ojinegro.
-Además, sería problemático si fuera cerca, por lo
que lo he arreglado todo en términos de distancia.-dijo volviendo a
llamar mi atención. Al oír aquello una gota me resbaló por la
sien.
-Eso es...-murmuré mirándole sin saber muy bien como
sentirme.
“Al decir eso, probablemente se refiera a que
alguien de Namimori nos pudiese ver... No sé si sentirme ofendido o
contento...” pensé para mí
sin dejar de mirarle con sentimientos mezclados.
-Ya que finalmente es tu cumpleaños... no queremos
ninguna interrupción ¿verdad?-me dijo con voz algo más suave, una
que solamente utilizaba conmigo en momento íntimos como este.
Aquello me puso levemente contento, aunque lo que había dicho antes
de eso seguía molestándome un poco.
-Ya es hora, vamos.-me dijo mientras me cogía de la
mano para que me levantase. Entonces aprovechó ese agarre para
acercarme a él y mirándome a los ojos volvió a hablar.
-Además... tenerte exclusivamente para mí en tu
cumpleaños... es mi exclusivo privilegio, ¿no?-me dijo con una
sensual sonrisa de lado.
Ese comentario fue un golpe bajo y no pude evitar
sonrojarme hasta las orejas por ello.
-Voy a consentirte tanto como quieras así que.... se
tan egoísta como quieras hoy.-siguió hablando. Yo agaché la cabeza
avergonzado al oír todo aquello.
“¿Porqué tenía que ser tan lindo conmigo?”
pensé mientras miraba hacia el suelo. “Entonces, por
favor hazlo. Consiénteme tanto como sea posible hoy.”
pensé en respuesta a lo que me dijo.
“Es cierto... hoy es domingo. Y Hibari-sempai
siempre está encerrado en su despacho con montañas de papeleo por
hacer para el comité de disciplina.”
pensé mientras comenzábamos a caminar, yo levemente detrás suyo y
sin soltarnos de la mano.
“La verdad, no le gustan los lugares como este que
están plagados de gente y... aunque él está ocupado sólo para
estar conmigo... es que lo hizo. He sido su principal prioridad.
Hibari-sempai está haciendo esto por mí y... eso me hace realmente
feliz.” pensé mientras
sonreía para mí.
-Es realmente diferente del año pasado.-comenté
divertido y soltado una leve risita mientras mirábamos un mapa del
lugar.
-¿El año pasado?-me preguntó extrañado hasta que
pareció recordar de lo que hablaba.- Aahh... tuviste una lesión
grave y pasaste todo ese tiempo en el hospital y todo por ti
mismo.-comentó al recordarlo.
-No tenías porqué decirlo en voz alta.-comenté
avergonzado.- Además no es como si no tuviera recuerdos agradables
sobre mis cumpleaños, es solo que... el año pasado fue algo
duro.-dije mientras giraba levemente la cabeza haciéndome el
ofendido.
-Aunque... supongo que es por eso que, el poder hacer un
recuerdo especial este año... ¡me hace muy, muy feliz!-volví a
hablar para voltear a verle y sonreírle.
-¿Recuerdo especial?-me preguntó mientras me miraba.
-¡Si!-respondí entusiasmado.- Hibari-sempai... ha
hecho este tipo de cosas lindas por mi bien. Y... ser capaz de...
tener tal... tal cumpleaños feliz. ¡Es realmente la primera vez
para mí!-dije sin dejar de sonreírle contento. Él se quedó en
silencio mientras me observaba durante un rato hasta que por fin
volví a oír su voz.
-Bien, entonces...-murmuró a lo cual yo alcé la vista
para verle extrañado.- El siguiente año también. Y el año después
de ese también, y el siguiente... puedes esperar lo mismo para este
día. Yo voy a celebrar tú cumpleaños contigo apropiadamente
durante el resto de tu vida.-dijo con esa voz tan grave y tranquila
que hace que se me erice la piel.
Yo le miré sorprendido para luego estrechar su mano más
fuertemente y sonreír sintiendo la felicidad desbordar mi cuerpo. No
pude evitarlo así que me alcé de puntillas, tanto como pude, y besé
sus labios en un toque dulce y tierno. Al separarnos le volví a
sonreír mientras sentía que mis mejillas se calentaban, de seguro
por haberme sonrojado hasta las orejas. Él solo sonrió de lado para
comenzar a caminar.
“Hibari-sempai... realmente... no sabes cuanto,
cuanto ¡te amo!” pensé para
mí sin poder dejar de sonreír. “No podía evitarlo, las
palabras que me había dicho me habían echo tan inmensamente feliz
que sentía que podría desmayarme en cualquier momento. Claro que si
no fuese porque el mantenía nuestras manos entrelazadas sería como
estar en un sueño y temería, despertar en cualquier momento.”
pensé estúpidamente feliz.
Estuvimos un rato caminando y viendo los distintos
puestos hasta que algo llamó mi atención e inevitablemente me
acerqué allí para coger lo que me interesó.
-Ni hablar.-oí la voz de Hibari-sempai detrás mio, por
lo cual me giré a verle, aún con ese objeto en mis manos.-
Absolutamente no.-volvió a decir. Pude notar la molestia que estaba
empezando a aflorar en su ser, al ver como una vena comenzaba a
palpitar en su sien y me miraba con esos ojos penetrantes que antes
solían asustarme, aunque ahora ya no tanto.
-¿Cómo supiste lo que estaba pensando?-pregunté
curioso.
-Por el brillo que surgió de repente en tu mirada. Sé
lo que quieres y no lo voy a hacer.-respondió a mi pregunta y volvió
a negarse en rotundo.
-Pero.... ¿no dijiste que podía ser tan egoísta como
quisiera?-pregunté mientras seguía sosteniendo las orejas de ratón
que me había llamado la atención y, evidentemente, había sentido
las ganas de verlas puestas en la cabeza de Hibari-sempai.
-¿Por qué tengo yo que llevar algo como eso?-me
preguntó molesto.
-Es que...“pensé
que se vería lindo con esto”-no
terminé la frase en voz alta. Después de todo no podía responderle
aquello ya que era casi seguro que le haría enojar en demasía, por
lo que cambié de tema.
-¡Eres un mentiroso
Hibari-sempai! Realmente dijiste que harías cualquier cosa que
quisiera pero te niegas a cumplirme esto.-dije haciendo berrinche,
con las mejillas infladas mientras lagrimitas salían de mis ojos. Sé
que después de esto me costará menos convencerle para que acceda.
“Si, lo reconozco. Me he vuelto un pelín chantajista
pero, todo es culpa de Reborn. Tanto tiempo con él a mi alrededor ha
echo que aprenda un par de cosas para que la gente haga lo que yo
quiera.” pensé para mí.
-La cuestión es por
qué me haces llevar algo como eso.-volvió a cuestionarme pero con
el tono de voz algo cansado envés de molesto. “Ya sabía
yo que al verme con esa cara que he puesto no podría seguir enojado
conmigo.” pensé orgulloso de
mí mismo.
-¡Pero no es justo si yo soy el único llevando algo
como esto!-respondí inflando las mejillas en un puchero, que según
él me hacía ver lindo.
-Tsk. ¡Tu estás bien, ya que eso te queda realmente
bien!-me respondió después de chasquear la lengua y mirar hacia
otro lado.
Prolongamos aquella discusión por un rato más hasta
que por fin se rindió ante mi capricho y se puso la diadema con
orejas de ratón. Y aunque él parecía agotado y resignado al
ponerselas yo no pude evitar sonreír feliz al saberme ganador de una
discusión tan trivial como aquella pero, que igualmente, me hacía
feliz.
Después de aquello seguimos caminado por el lugar para
pasar lo que restaba de día celebrando mi cumpleaños. Diría que el
mejor de mi vida pero, eso sería mentir, puesto que sé que a partir
de este año mis siguientes cumpleaños serán mejores que el
anterior. Solo por el simple echo de que sé que Hibari-sempai, lo
pasará junto a mi.
......FIN......
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.....
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