Capítulo
2.
Esta
mañana lo volví a hacer. Bueno os lo explicaré.
Soy
Namikaze Naruto, estoy en 1r año de la secundaria y, actualmente,
estoy enamorado de Uchiha Sasuke-sempai. El es uno de los chicos más
populares y ha rechazado a todas las chicas que se le han confesado
por eso...a mí me da mucho miedo confesarme y que me rechace tan
fríamente.
Por
eso, desde hace una semana, todas las mañanas le dejo una flor en su
escritorio. Todas tienen su significado y las cultivo yo mismo en el
club de jardinería. Me he esforzado mucho y me he armado de valor
para confesarme indirectamente.
-Buenos
días Naruto.-dice un pelirrojo de nombre Gaara.
-Buenos
días Gaara.-digo dedicándole una sonrisa.
-Mmmm....¿lo
volviste a hacer?- ahora me lo preguntó un moreno.
-Kiba...bueno
yo....hai- dije mientras me sonrojaba.
-Hehehe,
no pasa nada. ¿Crees que intentará averiguar quién se las envía?-
me preguntó sentándose en el sitio del al lado.
-No
creo. A Uchiha-sempai nunca le ha interesado este tipo de cosas.-
dije un poco apenado.
-Bueno...si
a mí me dejaran una flor en la mesa todas las mañanas me entraría
la curiosidad ¿no crees?- me dijo mi amigo Gaara.
-Si,
lo se pero...la verdad me daría mucha vergüenza que supiera que soy
yo.-agaché la cabeza y murmuré- y mucho miedo a que me rechazara.
Empezó
la clase y yo estaba realmente distraído. Para cuando me di cuenta,
ya era hora del receso.
Gaara
se había dirigido a la azotea a dormir ya que había estado casi
toda la noche haciendo unos dibujos para Sai-sempai, el primo de
Sasuke-sempai. Un rato después yo también subí aunque, en el
proceso, vi a mi hermano con Itachi-sempai, el hermano mayor de
Sasuke-sempai, del cual está enamorado mi nii-chan.
Subí
a la azotea y vi algo que no me esperaba. Sasuke-sempai, Sai-sempai,
Haruno-sempai y Yamanaka-sempai estaban a punto de despertar a Gaara.
Sin pensármelo mucho corrí a detenerles y cogí el brazo de
Sai-sempai para lograrlo.
Después
de eso y de explicarles la situación, nos alejamos un poco de mi
amigo. “Gomen nee Gaara, se que te habría gustado que quién te
despertara fuera el moreno pero no creo que quieras golpearle la 1ª
vez que habláis” pensé.
Un
poco después me enseñaron una lista de flores, las que yo le había
regalado al azabache, y me hicieron unas cuantas preguntas. Yo las
respondí con una sonrisa aunque la mirada de mi sempai me ponía muy
nervioso. “De seguro ya se ha dado cuenta” pensé.
Justo
él iba a hablar cuando apareció Kiba y, como siempre, le dio por
despertar a Gaara. Este se enfadó y soltó sapos y culebras en
contra del castaño, luego le golpeó, más flojo que de costumbre a
mi parecer ya que se había dado cuenta de la presencia de
Sai-sempai, y luego se marchó furioso y avergonzado por haberle
mostrado esa faceta suya al chico que le gusta.
En
ese momento llegó mi nii-chan y Lee, los sempai aprovecharon para
marcharse aunque...juraría que Sasuke-sempai me sonrió, así que me
sonrojé muchísimo.
Estuve
un rato hablando con mis amigos, también Gaara que había vuelto, y
luego nos dirigimos al salón ya que las clases iban a comenzar.
Estábamos
bajando las escaleras todos juntos cuando....
-¡Deidi!-gritó
un pelinegro al final de las escaleras.
-Itachi...-susurró
el rubio.
-Por
fin te encuentro.- dijo este subiéndolas y quedando frente al
ojiazul.- Hola Naru-chan.
-Hola,
Itachi-san.- con una sonrisa este se despidió de su nii-chan,
susurrándole algo al oído que Itachi no pudo escuchar, y luego se
fue a su salón con los demás, dejando a los dos mayores solos.
-Bueno...-dijo
un poco sonrojado el rubio “ Esfuérzate nii-chan” recordó las
palabras de su Ototo.- ¿qué quieres? Llegaremos tarde a clase.-
dijo encarando a su amigo como si nada pasara.
-Antes
quería hablar contigo pero...-calló un momento para ver el rubor en
las mejillas de su rubio amigo.- todas esas chicas no me dejaron.-
finalizó dando un suspiro.
-Sokka...-dijo
riendo un poco al recordar lo sucedido.- Bueno...¿y de qué querías
hablar?-dijo mostrando una sonrisa.
-Bueno...sobre
esto.- dijo el pelinegro mientras le mostraba unas tarjetitas.
-¿Y
exactamente que quieres decirme con esto?- respondió mientras cogía
las tarjetas y las leía.
“Me
gustas mucho pero no me atrevo a decirlo”, “ Estoy cerca tuyo
pero no te das cuenta de nada”, “¿Como puedes ser tan popular a
pesar de ser tan molesto?” y “Ojalá te dieras cuenta de cuanto
te quiero” entre otras.
-Pues...que
sé quién es.-dijo mirando a otro lado para luego mirar fijamente al
rubio. Este ladeó la cabeza y se atrevió a responder.
-¿En
serio? y ¿Qué le vas a responder?
-Pues...que
hay alguien del que estoy completamente enamorado y que me gustaría
oírle decir que yo también le gusto.- respondió el moreno sin
dejar de mirar al rubio.
-¿Ehhh?
Y...-comenzó a decir mientras tragaba saliva, al oír que le gustaba
alguien, el corazón le dolía.- ¿por qué...me lo dices a mí?
-Porque...-dice
para abrazar al rubio y susurrarle al oído.- sé que fuiste tú.
El
otro se sonrojó y le apartó de golpe.
-¿Có-có-cómo?
- dijo muy sorprendido el ojiazul.
-Aish...te
acabas de delatar pero...aún así sabía que eras tú.
-¿Cómo
lo supiste?- dijo este muy pero MUY, avergonzado.
-Porque...1:
eres la única persona que me hace la misma pregunta que en esa
tarjeta, aparte del frío de mi ototo y 2: no cambiaste tu letra.-
dijo un poco divertido lo último. “Maldita sea, no pensé en eso.
Si seré idiota” pensaba el rubio.
-Entonces...¿me
vas a rechazar verdad?
-Mmm...todavía
no te confesaste de verdad. No responderé hasta que oiga esas
palabras salir de tu boca.- dijo el moreno con una sonrisa.
-Pe-pero...dijiste
que...-protestó el ojiazul muy sonrojado.
-Pero
nada. Si no me lo dices en persona no responderé.
-Es...está
bien.- el rubio agachó la cabeza, cogió un poco de aire y luego
encaró al mayor.- It-itachi tu...-tragó saliva.- Tú me gustas
mucho, desde hace mucho tiempo.
El
pelinegro sonrió y entonces, besó al rubio repentinamente,
sorprendiéndolo.
El
beso fue bastante casto pero muy lindo y tierno.
-¿Q-qu-qué...?-dijo
el rubio al darse cuenta de lo que había pasado.
-¿Todavía
no lo entiendes? Me gustas, Deidi. Desde el día en que te conocí.-
aclaró el moreno abrazando al rubio.
-¡Id-idiota!
¿Por qué no lo dijiste antes?-dijo este sin soltarse de aquél
abrazo.
-Por
que no quería que me odiaras pero...creo que fui un estúpido al
esperar tanto.
-Jejeje.
Supongo que los dos somos un poco tontos.- dijo el rubio para darle
un beso al mayor.
-Si...¿bueno
y ahora qué hacemos?- preguntó este al separarse un poco.
-¿A
qué te refieres?- preguntó el rubio sin entender.
-A
que las clases ya comenzaron y no podemos ir allí.
-Mmmm...bueno,
no pasará nada por faltar esta hora pero...luego iremos al resto de
clases ¿de acuerdo?- respondió este y se abrazó aún más del
cuello del mayor el cual solo sonrió y asintió.
Juntos
se fueron a la azotea para pasar el resto de la hora hablando y
besándose, aprovechando que ya eran pareja oficialmente.
Volviendo
con el grupo de chicos.
Estos
acababan de dejar solos a los mayores y se dirigían a su aula.
-Nee...Naruto,
¿qué crees que pasará?-preguntó Lee.
-Pues...probablemente
Itachi-san ya sabe que fue mi hermano y de seguro se convertirán en
pareja.- dijo muy convencido este.
-¿Por
qué estás tan convencido?- preguntó ahora Kiba.
-Por
que Itachi-san siempre mira a Dei-nii con la misma mirada que Dei-nii
a él.- respondió con una sonrisa.
-Sokka.-dijo
el pelirrojo.
-Gaara...¿todavía
estás molesto por actuar de esa manera frente a Sai-sempai?-dijo en
tono de burla Kiba.
-Urusai.
Es tu culpa además.-dijo este que, en verdad, si que estaba un poco
molesto consigo mismo por hacer lo que Kiba había planeado.
-Maa,
maa. No te preocupes Gaara.-intentó animarle el rubio. Este solo
suspiró y asintió. “Total, no es como si tuviera alguna
oportunidad con ese idiota” pensó el de ojos aguamarina.
Los
chicos iban tan a lo suyo que no se dieron cuenta de que los
observaban.
Un
chico castaño de ojos blancos, un moreno con gafas de sol, los
Uchiha y las dos chicas.
-Nee,
nee. Sasuke-kun.¿Estás seguro que el de las flores fue
Naruto-kun?-preguntó la pelirosa.
-Segurísimo.
Estaba muy nervioso cuando le preguntamos.-dijo sonriendo de medio
lado.
-Mmm...entonces
el que me envió los dibujos fue ese pelirrojo...qué lindo.- ahora
fue Sai el que habló.
-Bien...pero
solo habéis hablado con ellos una vez ¿no?-preguntó el de las
gafas.
-Shino...no
molestes.- se quejó la rubia.
-Pero
él tiene razón.- dijo el castaño.
-Neji
tu tampoco has hablado con ese castaño ¿verdad?- picó la pelirosa.
-No.
Pero Gai-sensei le tiene mucho cariño, al parecer es su alumno
favorito. Es un chico alegre, activo y le encanta ayudar.- reconoció
como si nada, ante la atenta mirada de sus compañeros.
-Omae...¿no
me digas que te interesa?- preguntó la rubia.
-Si.
Es un chico muy interesante y estoy seguro de que estas cartas me las
dio él.-respondió como si nada.
-Ya
veo...Por mi parte Kiba también es muy interesante.- dijo ahora el
pelinegro.
-Shino...¿tú
también?- preguntó la pelirosa asombrada.
-Si
¿y qué? Eso chicos son diferentes y eso me resulta interesante.-
sin decir más entró a su salón.
-Ya
veo...Sai ¿y tú que harás?- preguntó la pelirosa
-Pues...quiero
hablar con Gaa-chan, ese chico me pareció muy lindo y me gusta
bastante la verdad.-dijo con una sonrisa maliciosa.
-¿Y
tú Sasuke-kun?- dijo ahora la rubia. El azabache la miró y sonrió
de lado.
-Ese
dobe...creo que hablaré con él esta tarde...-respondió mientras ya
tenía un plan para quedarse a solas con ese lindo e inocente rubio.
-Mmm...¿crees
que son tan pervertidos como suenan?-le preguntó Ino a Sakura.
-Esperemos
que no se los coman esta tarde.-aclaró la pelirosa mientras una gota
le resbalaba por la sien y, de igual forma, pasaba con su compañera.
Así entraron las dos al salón y se dirigieron a sus pupitres.
Durante
esa tarde, Sai estaba planeando cómo haría para hablar con el
pelirrojo; Sasuke ya estaba planeando su jugada para quedarse a solas
con el rubio; Shino sabía que Kiba siempre pasaba por la tienda de
mascotas al volver de la escuela así que le emboscaría allí y;
Neji sabía que Lee estaría en el gimnasio entrenando como siempre.
Cada
uno ya estaba planeando y pensando sus respuestas ante las
confesiones de los menores.
Por
otra parte, los chicos estaban en su salón hablando, ya que esa hora
era de estudio libre y no tenían ganas de estudiar nada.
-Naruto...¿vas
a ir a la biblioteca esta tarde?- preguntó el castaño.
-Si...todavía
necesito información para terminar mi trabajo de biología.- dijo el
rubio con pesar. Ese trabajo le estaba costando mucho tiempo y
esfuerzo.
-Ya
veo...hoy estaré en el club entonces, así te sustituiré para regar
esas flores.-dijo el pelirrojo mientras le guiñaba un ojo, haciendo
que el ojiazul se sonrojara.
-Hai...arigatou.-respondió
este en un susurro.
-Bueno...¿y
qué vais a hacer vosotros?- preguntó Gaara a Lee y Kiba.
-Yo
pasaré por la tienda de mascotas para ver si hay algo para Akamaru.-
dijo el castaño.
-Yo
iré al gimnasio con Gai-sensei a entrenar.- dijo con una sonrisa el
pelinegro.
-Ya
veo...que lo paséis bien- respondió el rubio dedicándoles una
sonrisa.
Un
par de mesas más allá, una pelirroja había escuchado toda la
conversación. Cogió su celular, buscó un número en particular y
le envió un mensaje.
Naruto-kun
irá a la biblioteca después de clase para terminar un trabajo.
Buena suerte, él es muy bueno en escapar de ese tipo
de situaciones.
PD:
Sasuke, no sé qué es lo que quieres hacer pero...
como
le hagas llorar te castraré ¿entendido?
Ah
, se me olvidaba, dile a Sai que Gaara estará en la azotea.
Besos
Karin.
Una vez finalizó, guardó su celular y siguió hablando
con sus amigas.
En otra clase un azabache leyó un mensaje que le había
enviado una de sus amigas. Sonrió ante el último comentario de la
chica.
Es verdad que lo iba a hacer llorar...pero no es por lo
que ella piensa, eso seguro.
El moreno se dio cuenta de la sonrisa de su primo y le
preguntó el porqué de ella.
El azabache se limitó a enseñarle el mensaje, puesto
que también le implicaba, y entonces fue el momento del moreno de
sonreír. Ya tenía el lugar para poder hablar con el pelirrojo sin
que nadie le molestara.
Los chicos no se esperaban nada de lo que los mayores
les tenían preparado.
Ellos solo pensaban que su tarde sería de lo más
normal que podrían vivir pero...eso no era así, para nada en
realidad.
......Continuará......
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