miércoles, 30 de septiembre de 2015

RaC- Cap.03

Capitulo 3.

La tarde había pasado muy tranquila. Los menores estuvieron hablando la mayoría del tiempo y cuando por fin la campana sonó, todos se dispusieron a irse a sus casas.
Las clases ya habían terminado y los chicos estaban en su salón recogiendo sus cosas.

-Bueno...que te vaya bien con el trabajo Naruto.- le dijo Kiba.
-Gracias. Nos vemos mañana Kiba.-se despidió de su amigo que ya salía por la puerta.
-Bien...yo me voy ya al gimnasio que no quiero hacer esperar a Gai-sensei.- gritó Lee, el cual ya había desaparecido por la puerta dejando solo un rastro de humo.
-Eso fue rápido.-comentó el rubio mientras le caía una gotita por la sien.
-Si...-dijo el otro mientras suspiraba.- Bueno yo también me voy. Hasta mañana Naruto.-dijo el pelirrojo para salir del salón y dirigirse a la azotea.
-Nos vemos y anímate ¿si?.-respondió el otro con una sonrisa mientras el otro solo le miraba y volvía a suspirar para luego irse.

El rubio después de que todos se fueran suspiró y sin más se dirigió a la dichosa biblioteca para terminar el dichoso trabajo que les mandó su dichoso profesor. Si, al rubio no le gustaba nada esa materia y además todos sus amigos ya lo habían terminado y para colmo se le acababa el tiempo. Suspiró por 5ª vez y se apresuró en llegar.

En otra aula, los mayores también estaban recogiendo, al contrario que los peques sus clases habían sido muy aburridas pero finalmente la campana sonó liberándolos, y se disponían a salir.
-Bueno....buena suerte chicos.-dijo Sai con una sonrisa maliciosa.
-Claro.-dijo sin más el castaño y salió del aula.
-Qué soso eres Neji.-respondió para luego irse a la azotea a hablar con el pelirrojo.
-Yo también me voy.-comentó Shino.
-Adiós.-dijo el azabache para luego salir también. De camino vio al rubio suspirando y sin poder evitarlo sonrió de lado. Ya sabía a donde se dirigía así que sin más se encaminó hacia el mismo sitio, viendo de paso el como Sai se dirigía a la azotea. Realmente no sabía que tenía planeado el moreno pero de seguro sería algo de lo que se acabaría enterando. Con una sonrisa se dirigió a la biblioteca para encontrarse con el lindo rubio.

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Gaara estaba en la azotea y suspiró por cuarta vez en tan solo cinco minutos.
-¿Por qué tuve que portarme así delante de Sai?- dijo mientras suspiraba otra vez. El maldito de Kiba se las pagaría ya que al darse cuenta de que su moreno estaba allí se contuvo al golpearle pero...ya nadie le salvará como su sempai no le hable jamás.
Con la idea de que ya no tendría oportunidad con el moreno se dispuso a regar las plantas de su rubio amigo.

Gaara ya estaba regando las flores del rubio cuando alguien abrió la puerta. El pelirrojo se giró para ver quien era y se sorprendió de ver al moreno observándole.

-Hola Gaa-chan.-saludó este mientras se acercaba al menor.
-Hola.-respondió este un poco atónito.”¿Gaa-chan?” pensó.-¿Qué quieres?-preguntó una vez salió de su asombro y se giró para que el mayor no viera el ligero sonrojo de sus mejillas.
-Qué frío.-dijo riendo un poco.- Solo quería hablar contigo ya que antes no tuve la oportunidad.-dijo mientras sonreía.
-Ya veo.-para relajarse un poco dejó la regadera y se sentó en una banca que había cerca. El mayor lo entendió y se sentó a su lado.
-Bueno...primero quiero presentarme. Soy Uchiha Sai y estoy en 2º curso.-dijo sin dejar que su sonrisa falsa abandonara su rostro.
Como si no supiera quién es” pensó.-Sabaku no Gaara, 1º.-respondió el otro secamente.
-Bien...Naru-chan nos dijo antes que eres muy bueno con la jardinería.-comentó para ir sacando un tema.
-Si, supongo.-dijo sin más.”Es un poco difícil hablar con este idiota” se dijo a si mismo. El otro no se desanimó ante la frialdad del pelirrojo sino que le gustó bastante.
-Mmm...¿puedo preguntarte algo?-dijo de repente. El otro le miró y asintió, el mayor no pudo evitar sonreír de una manera en la que al pelirrojo le recorrió un escalofrío.- ¿A Naru-chan...le gusta alguien?-preguntó de repente. Al menor se le heló la sangre.
¿A caso le gusta Naruto?”- Si le gusta alguien pero...¿por qué lo quieres saber?- dijo un poco nervioso. Si realmente le gustaba su rubio amigo...no sabría qué hacer ni como reaccionar.
-Mmm...sokka.-dijo sin más.” Qué lindo” pensó el mayor.- Es solo que...antes pensé que se veía muy nervioso así que...pensé que era por que le gustaba alguien de nosotros.
-Bueno...no sé.-dijo girando la cabeza para no mirarle. El moreno sonrió y le abrazó.
-Que lindo.-dijo mientras el otro se quedaba en shock.- Tranquilo, no me gusta Naru-chan era solo por cerciorarme de que el que le gusta es el idiota de mi primo.- acabó de decir mientras le soltaba.
-¿Q-qué...quieres decir?-preguntó el otro todavía un poco confundido.
-Jejeje solo pensé que a Naru-chan le gustaba Sasuke y era por asegurarme además...te veías muy lindo estando celoso.-el pelirrojo al oír esas palabras se levantó de golpe y le gritó.
-Y-yo...no estaba celoso idiota.-dijo mientras se sonrojaba.
-Bueno...¿entonces a que viene ese sonrojo?¿Y por qué querías saber si me gustaba Naru-chan? Además...¿fuiste tú el que me dio esos dibujos verdad?- dijo el moreno mientras abrazaba al pelirrojo por la cintura con una mano y con la otra le cogía del mentón para que le mirara.
-Yo...no,eso es...a mí...-al menor le costaba decir algo coherente. Era la primera vez en su vida en la que estaba tan nervioso y el mayor no ayudaba al estar tan cerca de él. Por dios eso no iba con su personalidad pero es que el moreno tenía algo que le dejaba la mente en blanco. Por su parte el moreno no pudo evitar sonreír y en un momento, eliminó la distancia que había entre los dos, juntando sus labios con los del ojos aguamarina.
El pelirrojo se sorprendió y no supo que hacer. Su sempai le estaba besando, el chico que le gustaba el cual creía que no sentiría nada por él, la persona más distraída en cuestiones de sentimientos y, bueno muchas cosas más. Al pobre solo le daba vueltas la cabeza, no entendía para nada el comportamiento del mayor. Después de un rato se separaron sin dejar de mirarse. El moreno entendió la confusión del chico y se dispuso a aclararle las cosas.
-¿Que pensarías si...te dijera que te conozco de antes?-le susurró al oído aprovechando que le había abrazado. El otro se separó un poco para verle directamente a los ojos y preguntarle:
-¿Qu-qué...?
-Pues que ya sabía de tu existencia.- dijo mientras le acariciaba la mejilla al otro.- ¿Qué pensarías...si supieras que yo ya sabía que fuiste tú el que me daba esos dibujos? ¿Si supieras que desde hace mucho tiempo...te observaba por que me llamaste la atención?¿Cómo reaccionarías?
-Yo...-el pelirrojo estaba atónito. ¿Realmente le había dicho eso? No tenía la menor idea de qué decir. Simplemente se quedó callado mientras observaba al moreno.
-Tranquilo...no hace falta que digas nada ahora. Nos vemos mañana Gaa-chan.-con una sonrisa se fue de la azotea dejando al pelirrojo sin habla.
Un rato después el pelirrojo consiguió volver en sí.
-¿Qué demonios ha pasado?-gritó mientras se ruborizaba por completo.

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El castaño estaba de camino a la tienda de animales mientras pensaba en sus cosas.
-De seguro Gaara me querrá matar mañana.-dijo mientras suspiraba.- Bueno...intentaré pasarlo bien lo que me queda de vida.-dijo con un poco de gracia. Estaba seguro de que su pelirrojo amigo estaba muy molesto con él pero al menos, lo más probable, es que no lo mate si no que lo torturará cruelmente. Menos mal que su moreno sempai estaba allí que de seguro no lo cuenta.
Ya había llegado a su destino y estaba observando unos collares para su perro, aunque estos costaban bastante a su pesar. Estaba tan ensimismado que no se dio cuenta de que alguien estaba a su lado observándole.
-Es bonito.-dijo de repente esa persona sobresaltando al menor de los dos.
-¿Q-qu-que...demonios?-preguntó el castaño. Ahí enfrente suyo estaba...-¿Aburame Shino-sempai?- esta vez el chico lo dijo gritando.
-No deberías gritar en un sitio público como este.-dijo con un poco de gracia al ver la reacción del pequeño.
-Go-gomen nasai.- respondió este sonrojándose y agachando la cabeza.
-No es nada.-dijo para volver a fijar su vista en el collar que observaba anteriormente el castaño.- ¿Lo quieres?- preguntó sorprendiendo al chico.
-¿Eh? Bu-bueno...sí está muy chulo pero...no puedo comprarlo.- dijo ladeando la cabeza e intentando no mirar al mayor.
-Ya veo...¿podrías esperarme fuera? Me gustaría hablar contigo.-dijo sin más. El menor simplemente asintió y salió de la tienda mientras intentaba que no le diese una taquicardia.
Al poco rato el mayor salió con una bolsa en la mano por la cual el castaño sintió curiosidad.
-¿Y eso que es Shino-sempai?- preguntó mientras la miraba fijamente.
-Es por entretenerte. Toma.-le dijo mientras le daba la bolsa. El castaño solo la cogió y miró el contenido de esta.
-Pe-pero...no hacía falta qué...
-No te preocupes. Vamos a algún sitio ha hablar.- dijo mientras le cogía de la mano y se lo llevaba a un parque para tener más privacidad. El castaño se sonrojó ante el acto del mayor y no dijo nada en todo el camino.
Una vez llegaron se sentaron en una banca que había apartada de los niños que jugaban. El castaño estaba que le ardía la cara de lo roja que estaba y sentía que su corazón latía a mil.
-¿D-de qué...querías hablar sempai?-preguntó muy nervioso por la situación en la que estaba.
-Bueno...últimamente me he estado preguntando...¿quién es la persona que me ha estado dejando esas historias en la mesa? Y como tenía curiosidad...hice algo que me ayudó a averiguarlo.- dijo como si nada mientras no despegaba la vista del castaño.
-¿His-hitorias? ¿Qué tipo de historias?- preguntó el otro mirando al suelo. “¿A qué se refiere?¿Es que ya sabe que fui yo?” pensaba muy nervioso.
-Pues...es una historia sobre un chico que se enamora de alguien mayor que él. Siempre observándole de lejos hasta que un día no puede más y decide confesarse a él mediante una carta. El mayor se desespera por descubrir el remitente y cuando por fin lo averigua el chico lo niega. El mayor que no es tonto no se da por vencido y poco a poco se va acercando al otro, tanto que se acaba enamorando sin darse cuenta.- explica como si nada sin dejar de mirar al menor.
-¿Y-y....qué pasa al final?- pregunta incluso más nervioso que antes.
-No lo sé. ¿Por qué no me lo dices tú?
-Y-yo-yo....¿por qué yo?- dijo sobresaltado el castaño mientras ladeaba la cabeza y dirigía su mirada a los niños que jugaban.
-Mmm...era por saber tu opinión. ¿Como crees que acabará esta historia?
-N-no...no lo sé. Si no tiene final supongo...que es por que no sabrá que pasará en un futuro. Puede que el mayor se haya dado cuenta tarde de sus sentimientos o que al contrario acaben juntos y felices.
-Mmm...suena interesante. ¿Crees que al menor ya no le guste?
-Quizás. O simplemente se avergüenza de que la persona que quiere se esté dando cuenta de todo y...puede que tenga miedo a que se esté burlando.-dijo cada vez más cohibido. No sabía si con todo eso se estaba delatando a sí mismo.
-Ya veo...pues espero que el pequeño tenga valor de declararse en persona y así, quizás, recibir la respuesta que tanto ansía.-contesta el mayor para luego levantarse, darle un beso en la mejilla al castaño y susurrarle:- Gracias por hablar conmigo. Hasta mañana Inuzuka Kiba.-dijo para luego irse siendo seguido por la mirada estupefacta del castaño.

El mayor ya hacía rato que se había marchado cuando por fin el menor reaccionó, a causa de un golpe por parte de una pelota de los niños del parque.
-Lo siento mucho.-dijo uno de ellos.
-No pasa nada.-dijo el castaño una vez en sus cabales mientras les devolvía la pelota.
-Gracias.-dijeron todos a coro.
El castaño solo sonrió, se levantó y se despidió de los niños. De camino a su casa no dejaba de pensar en lo sucedido con su sempai. Después de un buen rato de confusión y especulaciones se dio por vencido y suspirando se dijo a si mismo que al día siguiente lo hablaría con los demás para saber sus opiniones.


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-Vale...creo que lo mejor será que me vaya a casa.-decía un pelirrojo.- Sigo sin entender a Sai.¿Qué demonios quiso decir con eso?Agghh....no ganaré nada comiéndome la cabeza.-dijo mientras suspiraba.- Mañana lo hablaré con los chicos haber que me dicen.-Y suspirando otra vez cogió sus cosas y salió de la azotea para dirigirse hacia su casa.

Ya estaba en la entrada cuando alguien chocó con él por detrás, cayendo al suelo por el impacto.
-¿Naruto?¿Qué pasó?-dijo al ver a su amigo en el suelo para luego ayudarle a que se parara.
-Gaara...yo, no sé....bueno,verás...estaba en la biblioteca y luego él...pero entonces...y no lo entiendo.-el rubio no sabía como explicarlo, estaba tan nervioso que no decía las cosas coherentemente.
-Naruto tranquilízate ¿si? Vamos a la cafetería de siempre y allí me lo explicas.-el otro solo asintió.- Llamaré a los demás ¿vale?-dijo mientras cogía las cosas del rubio del suelo y el móvil para avisar a los demás.
-Si...eso me ayudará a aclararme.-dijo mientras suspiraba para intentar tranquilizarse.
Sin más se encaminaron a una cafetería que había cerca de la escuela mientras desde una de las ventanas de la escuela, un azabache les observaba con una sonrisa en su rostro.

-Esa reacción fue muy linda.-dijo el chico mientras se alejaba de la ventana, cogía sus cosas y se iba hacía su casa. Para ser sincero tenía un poco de curiosidad por saber cómo le había ido a su copia barata.


......Continuará......

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